sábado, 13 de julio de 2013

CUANDO TU HIJO TE DICE NO TE METAS !!!!!!!!!!


Esto lo analizó un sacerdote… ¡¡¡Buenísimo!!!
Hoy que estoy profundizando mis estudios teológicos en la Familia; sus
valores, sus principios, sus riquezas, sus conflictos, recordaba una
ocasión
en que escuché a un joven gritarle a su Padre: ¡¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!!!
Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y
comento en mis conferencias con Padres e hijos. Si en vez de sacerdote,
hubiese optado por ser padre de familia, ¿qué respondería a esa pregunta
inquisitiva de mi hijo?
Esta podría ser mi respuesta: ¡¡HIJO, UN MOMENTO, NO SOY YO EL QUE ME
METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO EN LA MÍA!!
Hace muchos años, gracias a Dios, y por el amor que mamá y yo nos tenemos,
llegaste a nuestras vidas, ocupaste todo nuestro tiempo, aún antes de
nacer,
mamá se sentía mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía
que guardar reposo. Yo tuve que repartirme entre las tareas de mi trabajo y
las de la casa para ayudarla. Los últimos meses, antes de que llegaras a
casa,
mamá no dormía y no me dejaba dormir. Los gastos aumentaron
increíblemente, tanto que gran parte de lo nuestro se gastaba en ti. En un
buen médico que atendiera a mamá y la ayudara a llevar un embarazo
saludable, en medicamentos, en la maternidad, en comprarte todo un
guardarropa, mamá no veía algo de bebé, que no lo quisiera para ti, una
cuna, un moisés, todo lo que se pudiera, con tal de que tú estuvieras y
tuvieras lo mejor posible…
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Llegó el día en que naciste: hay que comprar algo para darles de recuerdo a
los que te vinieran a conocer, (DIJO MAMÁ), hay que adaptar un cuarto para
el bebé. Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas como si fueras
una alarma de reloj nos despertabas para que te diéramos de comer, otras te
sentías mal y llorabas y llorabas, sin que nosotros supiéramos que hacer,
pues no sabíamos qué te sucedía y hasta llorábamos contigo.
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Empezaste a caminar, yo no sé cuando he tenido que estar más detrás de
“ti”,
si cuando empezaste a caminar o cuando creíste que ya sabías. Ya no podía
sentarme tranquilo a leer el periódico o a ver el partido de mi equipo
favorito, porque para cuando acordaba, te perdías de mi vista y tenía que
salir tras de ti para evitar que te lastimaras.
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Todavía recuerdo el primer día de clases, cuando tuve que llamar al trabajo
y decir que no podría ir, ya que tú en la puerta del colegio no querías
soltarme y entrar, llorabas y me pedías que no me fuera, tuve, que entrar
contigo a la escuela, que pedirle a la maestra que me dejara estar a tu
lado, un rato, ese día en el salón para que fueras tomando confianza.
A las pocas semanas no sólo ya no me pedías que no me fuera, hasta te
olvidabas de despedirte cuando bajabas del auto corriendo para encontrarte
con tus amiguitos.
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Seguiste creciendo, ya no querías que te lleváramos a tus reuniones, nos
pedías que una calle antes te dejáramos y pasáramos por ti una calle
después, por que ya eres “cool”, no querías llegar temprano a casa, te
molestabas si te marcábamos reglas, no podíamos hacer comentarios acerca
de tus amigos, sin que te volvieras contra nosotros, como si los conocieras
a ellos de toda la vida y nosotros fuéramos unos “perfectos desconocidos”
para ti.
¿¿¿ NO TE METAS EN MI VIDA???
Cada vez sé menos de ti por ti mismo, sé mas por lo que oigo de los
demás, ya casi no quieres hablar conmigo, dices que nada más te estoy
regañando, y todo lo que yo hago está mal, o es razón para que te burles de
mi,
pregunto:
con esos defectos te he podido dar lo que hasta ahora tienes. Mamá se la
pasa en vela y de paso no me deja dormir a mí diciéndome que no has
llegado y que es de madrugada, que tu celular está desconectado, que ya son
las
3:00 y no llegas. Hasta que por fin podemos dormir cuando acabas de llegar.
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Ya casi no hablamos, no me cuentas tus cosas, te aburre hablar con viejos
que no entienden el mundo de hoy. Ahora sólo me buscas cuando hay que
pagar algo o necesitas dinero para la universidad, o salir; o peor aún, te
busco yo, cuando tengo que llamarte la atención…
¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Pero estoy seguro que ante estas palabras. “NO TE METAS EN MI VIDA”,
podemos responder juntos.
HIJO, YO NO ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO EN LA MÍA, Y TE
ASEGURO, QUE DESDE EL PRIMER DÍA, HASTA EL DÍA DE HOY, NO ME
ARREPIENTO QUE TE HAYAS METIDO EN ELLA Y LA HAYAS CAMBIADO
PARA SIEMPRE. MIENTRAS ESTÉ VIVO, ME METERÉ EN TU VIDA,
ASÍ COMO TÚ TE METISTE EN LA MÍA, PARA AYUDARTE, PARA
FORMARTE, PARA AMARTE Y PARA HACER DE TI UN HOMBRE DE BIEN. ¡¡¡ SÓLO LOS
PADRES QUE SABEN METERSE EN LA VIDA DE SUS HIJOS LOGRAN HACER DE ÉSTOS,
HOMBRES Y MUJERES QUE TRIUNFEN EN LA VIDA Y SEAN CAPACES DE AMAR!!!!
PAPÁS: ¡¡MUCHAS GRACIAS!! Por meterse en la vida de sus hijos, ahhh más
bien
–corrijo– ¡¡¡por haber dejado que sus hijos se metan en sus vidas!!!
Y para ustedes hijos : ¡¡¡VALOREN A SUS PADRES, NO SON PERFECTOS, PERO
LOS AMAN, Y LO ÚNICO QUE DESEAN ES QUE USTEDES SEAN CAPACES DE SALIR
ADELANTE EN LA VIDA Y TRIUNFAR COMO HOMBRES DE BIEN!!!!!
La vida da muchas vueltas,y en menos de lo que ustedes se imaginen alguien
te dirá…
“¡¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!!!” La paternidad no es un capricho o un
accidente, ¡¡es un don de
Dios, que nace del Amor!! ¡¡ Dios los bendiga!!! ….. A TODOS

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